Nos empeñamos en hacer las maletas y cruzar el mundo para descubrir paisajes que se nos antojan excepcionales. Y, sin duda, lo son. Sin embargo, con demasiada frecuencia, olvidamos que vivimos en un país cuya diversidad y riqueza natural es difícilmente comparable.
Abre los ojos y mira a tu alrededor: descubrirás maravillas naturales en forma de cascadas, diminutas calas singulares, cuevas heladas, parajes inhóspitos o postales casi irreales; rincones espectaculares que posiblemente jamás habías imaginado tener tan cerca de casa.
Una de ellas en concreto es recogida por multitud de publicaciones de todo el mundo, y no es otra que la famosa playa interior de Gulpiyuri, la cual tenemos la suerte de tener en nuestro propio pueblo.
Ésta playa tiene la peculiaridad de ser la más pequeña del mundo, aunque no su aspecto más impactante es que… ¡no tiene salida al mar!
Asturias huele mar, a monte, a sidra, a pasto… es un tierra muy especial a la que siempre nos gusta volver, sin cansarnos, porque siempre hay algo nuevo que hacer o ver. Es como mirar un lienzo pintado con la más amplia paleta de verdes que, junto al azul del mar, crean imágenes maravillosas en rincones insospechados, un paisaje que siempre nos sorprende con alguna preciosidad, como la playa de Gulpiyuri, declarada monumento natural, y además parte del paisaje protegido de la costa oriental de Asturias.
Para poder descubrir esta pequeña maravilla natural, hay que acercarse al concejo de Llanes, concretamente al pequeño pueblo de Naves, una bonita localidad de tan solo 180 habitantes, de los de antes, de casas bajas y tejados a dos aguas en la que se puede pernoctar.
Gulpiyuri es una pequeña playa pero situada tierra adentro, cerrada al mar por un acantilado en el que existe un paso que permite que se filtre el agua del Cantábrico. Para llegar a la playa hay que caminar un tramo desde un terraplen que se ha habilitado como parking. Un camino rodeado de verdes prados nos llevará hasta la singular orilla. Su aislamiento ha permitido que se conserve en estado virgen.
La playa está formada por arena blanca, y agua salada del mar que no se ve pero que se encuentra a tan solo unos metros. Una curiosidad geológica que se formó a causa del desgaste procado por las olas en la roca caliza de la costa hasta crear una cueva hacia el interior, luego el fondo de la cueva se hundió, (un fenómeno kárstico conocido como dolina), dejando un pequeño hueco circular de unos 50 m de diámetro que se sitúa a 100 m de la costa.
La profundidad y el tamaño de la zona de agua no permite más que poder remojarse tumbados, pero está bien protegida del viento. No hay servicios de ningún tipo, así que es mejor llevar todo lo necesario. No muy lejos, a unos cinco minutos andando, cerca del parking, hay un chiringuito llamado Playa Gulpiyuri Green Bar en el que saborear productos locales y propios.
Pero la playa, debido a que su formación depende exclusivamente de las mareas y el viento, por lo que es importante saber si hay marea bajo alta, así que hay que consultar antes la tabla de mareas y vientos del Ayuntamiento de Llanes de ese día.
Solo queda disfrutar de un bonito día de playa rodeado de naturaleza en uno de los enclaves más singulares de España.
FUENTES:
- https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20210706/7569048/playa-gulpiyuri-pequena-mundo-sin-salida-mar.html#foto-4
- https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20210711/7590366/maravillas-naturales-cerca-casa-siquiera-sabias-existen-esi.html
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