Playas, naturaleza y gastronomía en Llanes

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El oriente de Asturias guarda en su extremo un elenco de playas paradisíacas hasta cuya arena llega la sombra de las montañas. 
Llanes

Las huellas infinitas que dan forma al Camino del Norte se detienen un momento en tierras del oriente asturiano. Tras una curva, aparece un estuario de arenas doradas sobre las que descansan barquitas de madera que secan sus tablones al sol.

En plena marisma, rozado por un caño, se alza un cementerio coronado por una iglesia blanca que mira a levante y brilla por el rocío mañanero. Pasan las horas, y la iglesia comienza a verse rodeada por las aguas del Mar Cantábrico.

Niembro

Poco a poco, caño a caño, las aguas saladas penetran en el jardín arenoso que rodea la iglesia, hasta terminar

 abrazando el cementerio. Por la noche, bajo la luz de la luna, la escena guarda una magia que roza lo siniestro.

Quizá por esto, Niembro y su cementerio han sido escogidos como lugar de rodaje de numerosas películas de terror. Las playas que rodean el pueblo, sin embargo, resultan todo menos terroríficas, y nadie debe temer mayor peligro que el oleaje y las corrientes, habituales compañeros cuando uno se baña en el Cantábrico.

Ascendiendo por una carretera muy bien indicada, llegaremos a la playa de Torimbia, con forma de concha marina rodeada por altos acantilados, cuyos fondos de roca albergan doradas, lubinas y pulpos.

Playa de Torimbia

La costa de Llanes es bien conocida para quienes buscan destinos playeros en el norte de España, y sus pueblos han sufrido tanto las bondades como los esperpentos del boom hotelero. Por suerte, las playas del Valle y Serrelle, visibles desde Torimbia, han permanecido vírgenes a la especulación, y por ello, son las más buscadas por quienes buscan un baño en aguas frescas pero cristalinas, entre cormoranes y gaviotas.

Llanes

Los amantes de la historia podrán darse un chapuzón bajo los muros de un monasterio si se acercan hasta Celorio, y las familias encontrarán su lugar en la segura playa de Barro.

Los más aventureros pueden lanzarse a andar hasta la bellísima playa de Almenada, y con la marea baja, caminar por la ría de Poo. Hay sendas que recorren todas estas playas desde Torimbia a través de verdes acantilados donde pacen las vacas que producen la leche para el célebre queso de Vidiago, permitiendo a los amantes tanto del mar como de la montaña deleitarse con las vistas de los Picos de Europa.

En la costa de Llanes, el rey es el queso de Vidiago, con locales como la quesería Los Cuetos, en Puertas de Vidiago, en cuya terraza podréis degustar.

Queso VidiagoEl cachopo también se encuentra por doquier, pero merece la pena probar carnes menos conocidas como el pitu de caleya, un pollo criado al aire libre, entre las casas de los pueblos, alimentado únicamente de cuanto puede comer en el suelo.

Para disfrutar de un buen asado asturiano, seguramente el mejor de la comarca, merece la pena hacer más kilómetros, hasta la cercana Ribadesella, y probar las maravillas que se doran sobre las brasas del asador El Texu, en cuya terraza podréis degustar también las afamadas cervezas locales asturianas, con mención especial a Caleya.

LlanesLa buena comida y el mejor paisaje que atesora el oriente de Asturias son producto de siglos de presencia humana en torno a las playas en las que nos bañamos. Este lugar fue llamado Primorias en los documentos medievales, y podría decirse que aquí, a espaldas de las montañas de Covadonga, comenzó a andar España.

Nuestros ojos sólo podrán observar las montañas, los valles, los peñones y las arenas que hacen de este lugar una suerte de Irlanda ibérica, una Escocia donde el calor asoma con mayor frecuencia: es el oriente de Asturias, y aquí, todavía viven los celtas, escondidos entre culines de sidra.

 

FUENTE:

  • https://www.traveler.es/naturaleza/articulos/playas-niembro-llanes-asturias-que-hacer-que-ver/21182

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